Facebook tomó la decisión de bloquear el perfil oficial del periódico El Mundo durante 24 horas después de que más de mil personas compartieran a través de los botones sociales un reportaje publicado en el que incorporaba una fotografía de una mujer que iba a ser tatuada. La fotografía en cuestión mostraba un pezón, lo que, a juicio de la red social suponía una violación de los términos de uso. Si no se explicase más podría entenderse la decisión de Facebook.
Ahora bien, la fotografía formaba parte de un reportaje en el que explicaba cómo el tatuado de pezones en 3D a mujeres, que habían sufrido la extirpación de un pecho en casos de cáncer de mama, está contribuyendo a que éstas superen mejor las consecuencias de sus intervenciones. Un reportaje interesante y unas imágenes que ilustraban claramente el proceso. No parece que las imágenes fueran ni denigratorias ni con un contenido que va más allá de lo meramente informativo y “humano”.
El hecho de eliminar la foto o el reportaje, como también explicó El Mundo en un artículo publicado contando este hecho, eliminó la posibilidad de establecer un debate social sobre la conveniencia o no de publicar tales imágenes.
Desconozco si tras la decisión de bloquear o eliminar este tipo de noticias/imágenes ha correspondido a una persona que ha sido alertada de la información publicada o si ha sido el fruto del uso de los robots de búsqueda y análisis. En cualquiera de los dos casos, y considerando que las normas de uso están para cumplirse, parece claro que sería conveniente, en casos como este, hacer una interpretación más flexible de las mismas, más si cabe, cuando en el fondo de la cuestión hay elementos de gran contenido social. De otra manera, corremos el riesgo de que las normas acaben, finalmente, limitando las posibilidades de unos medios que se han creado para ofrecer lo que no hacen los medios tradicionales.
Por Gerardo Miguel, consultor sénior de Estudio de Comunicación España
@GerardoMigueb
