Cómo lograr una comunicación corporativa efectiva en la nueva normalidad

La comunicación corporativa es una herramienta fundamental para transmitir confianza, seguridad y optimismo tanto a los colaboradores y equipos de trabajo en todos los niveles, como a los clientes, proveedores y socios de negocio. Gracias a ella, las organizaciones pudieron crear un puente de comunicación con sus diferentes stakeholders y así informar oportunamente.

Sin embargo, los tiempos cambiaron y la emergencia sanitaria trajo consigo un Antes y un Después en la manera en la que nos comunicamos a nivel corporativo. Antes, para informar de algo a nuestros colaboradores, bastaba con enviar un correo electrónico; ahora, debemos hacerlo a través de aplicaciones y plataformas conectadas a nuestro smartphone o equipo de cómputo. El reto, sin duda, es conectar con nuestros grupos de interés a pesar de la distancia.

Hoy más que nunca, las empresas están obligadas a aprender a interpretar las reacciones de sus colaboradores desde una pantalla y a escuchar entre líneas para entender cuáles son los drivers que los motivan día a día. Por lo tanto, a la labor del área de Comunicación Corporativa se suman dos nuevos objetivos: lograr el intercambio efectivo de ideas y puntos de vista con absoluta congruencia y transparencia y asesorar a los tomadores de decisiones sobre la importancia de contar con un sólido plan de comunicación corporativa.

Bajo esta premisa, y a partir de la “nueva normalidad”, todos los mensajes que una empresa transmita deberán estar alineados con la misión de la organización, sus valores y –claro está– sustentados en acciones puntuales que refuercen ese mensaje frente a colaboradores,  clientes, proveedores y demás grupos de interés.

Entonces, ¿cómo lograr una comunicación corporativa efectiva cuando la realidad transformó nuestra cotidianeidad? ¿Cuál es hoy el canal de comunicación más certero para hacer llegar el mensaje de una empresa? ¿Cómo volver a conectar con nuestras audiencias? En este caso sui generis, lo ideal es volver a los principios básicos de la comunicación corporativa y poner en práctica estas tres recomendaciones:

  1. Piensa siempre en tu audiencia. Los mensajes que la organización quiera transmitir deberán ser adecuados para cada audiencia en cuanto a formato, canal y tono en el discurso. Recuerda que la empatía –es decir, la capacidad de comprender los sentimientos y emociones, intentando experimentar de forma objetiva y racional lo que siente El Otro– es una vía para conectar con los stakeholders.
  2. Sustenta tus mensajes con hechos. No es momento para compartir solo ideales; necesitamos comunicar todas las actividades, por muy pequeñas que parezcan, para inspirar a toda la organización a que continúe trabajando para alcanzar los objetivos tanto del negocio como los personales.
  3. Sé positivo. No se trata, de ninguna manera, de ocultar o negar lo que nos está ocurriendo como humanidad; pero lo que sí podemos hacer es transmitir mensajes propositivos, que lleven ánimo y buenos deseos entre líneas, y mostrar una acttitud positiva ante los retos del día a día.

Es cierto, son tres recomendaciones aparentemente sencillas de poner en práctica; sin embargo, no hay que obviar su efectividad pues llevadas a cabo aseguraremos una comunicación corporativa coherente, transparente y, lo más importante, infalible.

Autor:

Gabriela Medina, Directora Asociada de AB Estudio de Comunicación.

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