Hace pocos días conocíamos la noticia de que se había logrado grabar la primera conversación entre delfines. Si bien ya sabíamos que todas las especies de animales mantienen un intercambio de información y comunicación propia con sus congéneres, en el que basan las necesidades de grupo, desde la alimentación, a la procreación pasando por el liderazgo, ésta es la primera vez que se logra grabar una conversación con un idioma propio entre dos animales de una especie diferente a la del hombre.
Todavía no sabemos sobre qué conversan los delfines, ni los mensajes que se transmiten, pero ya podemos aprender de ellos. Según los biólogos ucranianos que han registrado el hecho, ambos animales no se interrumpían y esperaban a que cada uno acabara su intervención para comenzar la suya propia. Una práctica qué, para desgracia, nuestra especie está olvidando y en la que reside buena parte de la libertad de pensamiento. Que cada interviniente pueda explicar su punto de vista y mostrar su opinión sin interrupciones.
El siguiente paso será conocer sobre qué hablan los delfines e intentar comunicarnos con ellos. Porque ahora sabemos que el lenguaje y la conversación no son exclusivos de nuestra especie, lo que nos hace un poco menos especiales de lo que nos creíamos.
Por Alejandro de Antonio, consultor sénior de Estudio de Comunicación España
@AdAntoG
