Acaba de presentarse el Informe Anual de la Profesión Periodística 2015 que realiza la Asociación de la Prensa de Madrid, APM. Un excelente trabajo de análisis a pesar de las dificultades para realizarlo. Un pero: como cada año, el documento dedica un capítulo menor a los periodistas dedicados a la Comunicación; y, como cada año, uno sigue sintiendo que muchos nos consideran “hijos de un Dios menor”.
Y no es sólo porque no se profundice en la situación y en el trabajo de los comunicadores de la misma manera que se profundiza en los de los “plumillas” (no es peyorativo, para que conste; forma parte del argot familiar), sino por una especie de “mirar mal” a quienes se han pasado de un Medio a un gabinete de comunicación. Por poner un ejemplo: en la presentación que tuvo lugar en el Salón de Actos de la APM, un asistente se sorprendió de que haya un número alto de profesionales que han trabajado en un Medio y están ahora en un gabinete.
Pero nadie habla de que son dos ramas de una misma profesión, lo mismo que un médico puede especializarse en cirugía ortopédica o en dermatología, por poner dos cosas lo suficientemente diferentes entre sí que parten de una misma raíz. Encima, la labor del periodista y la del comunicador son bastante similares en su esencia: localizar información, tratar información y ofrecerla a su público objetivo. O, ¿qué hace sino un director de Comunicación que se reúne con otros directivos de su empresa para conocer lo que se está haciendo o se va a hacer, decidir si eso se trasmite interna o externamente y tratar esos datos para hacerlos llegar convenientemente a quien vayan dirigidos?
En la encuesta, en la que tuve la oportunidad de participar, se preguntaba este año a qué labores nos dedicábamos los que hacíamos Comunicación. Se enunciaban varias posibilidades, como redactar notas de prensa, tratar con los Medios, hacer seguimiento de noticias, elaborar publicaciones corporativas… Bueno: no se preguntó si el periodista de Medios redacta la información localizada, se limitaba a recopilar lo que dicen las agencias de noticias o a hacer un resumen de lo que cuentan otros Medios, por poner un ejemplo. Sí se preguntaba si eran jefes de sección, redactores jefe o redactores, entre otros estratos profesionales. De los comunicadores no se sabe si estamos a cargo de un equipo o acabamos de llegar a esta especialidad.
En mis respuestas a la encuesta, como comunicador, marqué todo lo que proponían. Y lo hice justo el día en que terminaba en nuestra Casa un proceso de entrenamiento de portavoces para un cliente y colaboraba con otra compañera en preparar un Plan de Comunicación para una nueva empresa. Ambas cosas, formación y estrategia, solo podían ser marcadas como “otras actividades” en la encuesta, a pesar de que forman parte del día a día de los consultores de Estudio de Comunicación.
Ya sé que en las pequeñas empresas que deciden tener un “gabinete de prensa”, y ya es un triunfo, solo hay preocupación por intentar tener presencia en los Medios -redes sociales incluidas- y que de ahí puede venir el porcentaje, superior a los demás, de profesionales que marcan como actividad “redactar notas de prensa”. Es lo visible. Por eso nos toca insistir en que nuestro trabajo como comunicadores es variado y complejo. Es el mejor ejemplo del iceberg: la nota de prensa, en el mejor de los casos, solo es la punta que aflora en la superficie.
Jesús Ortiz, consultor sénior de Estudio de Comunicación
@JesOrtizAl