Hace unos días, el socio director del bufete Roca Junyet, Juan Roca, aseveraba en una interesante entrevista publicada en un diario económico que en su despacho, ‘no se planteaban los temas de imagen al aceptar un caso’. Roca Junyent trabaja junto a Jesús Silva, uno de los penalistas más reputados de España, en la defensa de la Infanta Cristina. En este contexto, ante la cuestión de si beneficia o perjudica a un despacho de abogados un caso tan mediático como éste, Roca no dudaba en afirmar que ‘lo que prima para un bufete a la hora de aceptar un caso son los intereses de éste y su defensa. La imagen puede ser buena o mala, pero el impacto para una firma debe ser secundario’. Y no le falta razón, aún con matices si se analizan desde el punto de vista de Comunicación.
Es muy loable y absolutamente honesto que un despacho no busque su propio éxito en función de la dimensión de la popularidad de un caso, sin embargo, como en todos los asuntos de crisis y litigios, un buen proceso jurídico acompañado de una buena estrategia de comunicación, puede resultar más favorable para el despacho y para el encausado, y más cuando éste es de notoriedad pública. En la mayoría de los casos, las empresas o personas afectadas no suelen dominar los entresijos de los medios de comunicación y la ‘pena de telediario o juicios paralelos’ se convierten en un ‘hacha’ para la imagen que golpea duramente a los afectados.
Una Comunicación profesional adecuada y planificada pueda ayudar a rebajar la dureza y la insidia del caso. Contar con una estrategia, definir unos mensajes objetivos, claros y aclaratorios, contrarrestar las opiniones contrarias, establecer una relación directa con los medios objetivos puede contribuir a mejorar, en lo posible, la reputación e imagen de personas o compañías.
Juan Roca cerraba su entrevista de forma muy acertada concluyendo que “el cliente es inteligente y busca al mejor profesional”… De esa misma forma, no debe ser baladí buscar y contar también con el mejor profesional de la Comunicación. Por un proceso más justo.
Por Victoria Magro, consultora sénior de Estudio de Comunicación. España
@VictoriaMagro
