NEGOCIO, 15/02/2011.- Artículo de Luis Ángel de la Viuda, Consejero Asociado de Estudio de Comunicación. Puede ver la reseña aquí o acceder a la página Web de Negocio.
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Parece natural, aunque no sea exactamente correcto, asociar la responsabilidad social corporativa de las empresas a iniciativas que las compañías desarrollan y ponen en marcha dentro de su estructura y que abordan como si de una especie de ONG se trataran.
Y no es exactamente correcto porque verlo de esta manera es pervertir, de alguna forma, la esencia misma de la RSC, al convertirla en nada menos que una especie de “obra de caridad”, algo que empresarialmente no me parece razonable ni en los tiempos que corren.
Lo responsable para una empresa es ser eficiente y competitiva para poder garantizar su crecimiento. Y lo responsable para quienes gestionan las empresas es tomar decisiones y poner en marcha únicamente iniciativas que aporten valor a los resultados, en el corto o medio plazo, de las empresas que dirigen.
Viene todo esto a cuento de los Telefónica Ability Awards, unos premios de reciente creación en España aunque con una solera de cinco años en Irlanda. La responsabilidad de estos premios, por ser redundante, radica en su tremenda lógica, pues lo diferencial de su propuesta es que demuestran que cuando se incorpora la discapacidad en la estructura productiva de cualquier institución, sea ésta del ámbito que sea, se crea valor para todos, sociedad y empresa.
Y es aquí donde creo que los empresarios deberían pararse a meditar. Lo que las empresas han de ver es que fomentar este tipo de iniciativas puede ser una oportunidad de crecimiento, ya que no en vano el colectivo de discapacitados en España es cercano a los 3,8 millones de persona.
La propuesta está avalada con cifras. Es una oportunidad de crecimiento porque la agencia europea cuantifica un mercado potencial de 30.000 millones de euros al año en torno a la accesibilidad de productos y servicios. Y lo es aun mayor en España, donde el envejecimiento de nuestra pirámide de población no solo es gradual sino patente, dato más que interesante si se tiene en cuenta que el 29% de los mayores de 65 años tienen algún tipo de discapacidad reconocida. Resulta que en España hay diez millones de personas que tienen relación directa con la discapacidad, mientras que en uno de cada cinco hogares vive alguna persona con discapacidad.
Los Telefónica Ability Awards tienen su origen en Irlanda. Nacieron de la mano de Kanchi, organización sin ánimo de lucro, y su fundadora, Caroline Casey, contó con el patrocinio de Telefónica O2. Pues bien, en un contexto como el actual, en el que lo aconsejable es exportar en lugar de importar, creo que replicar en España esta iniciativa es, nunca mejor dicho, la mejor forma de romper barreras; y de romperlas, también, en el mundo de la RSC, generando valor a través del movimiento asociativo de la discapacidad: el valor que representa el 20% de la población europea que, según apuntan diferentes estudios, tendrá dentro de diez años algún tipo de discapacidad.
No hay discusión en que incorporar la discapacidad a las empresas crea valor, excelente proyecto el de Telefónica. Os dejo esta noticia de la compañía y sus inversiones en Latinoamérica http://www.expansion.com/2010/09/02/empresas/tmt/1283421093.html