Los profesionales de la comunicación hemos analizado la información entre emisores y receptores desde los más diversos puntos de vista. Existen estudios y análisis sobre comunicación interna en la empresa. Hay, suficiente materia sobre las relaciones entre una empresa y sus públicos objetivo (clientes, proveedores, autoridades, vecinos, etc.) y análisis que examinan la comunicación de las compañías con los periodistas de la información financiera, empresarial, social, etc. Hay de todo. Sin embargo, y aunque la Administración central, las consejerías de Sanidad e incluso los centros hospitalarios o ambulatorios suelen realizar encuestas de satisfacción entre cuyos contenidos se valora algún aspecto relacionado con la misma, no es fácil encontrar un estudio que analice profesionalmente y de forma monográfica la “comunicación” entre el colectivo médico y los pacientes.
Esto es lo que llevo a Estudio de Comunicación a realizar, en colaboración con el diario ABC, el estudio “La comunicación médico-paciente”, el cual se acaba de publicar y recoge un interesante análisis que refleja las virtudes y carencias en un aspecto tan importante de la relación de los facultativos con su principal público objetivo, los pacientes.
Es una idea novedosa que cobra relevancia no sólo por el número de personas que acuden diariamente al médico y la enorme importancia de la salud, sino por la imperiosa necesidad también de eliminar interferencias que afecten a una correcta comprensión del mensaje en materia de salud y bienestar.
El 82,3% de las personas entrevistadas en el estudio han asegurado que “entendieron las explicaciones proporcionadas en la consulta”. Sin embargo, cuando la pregunta se plantea en genérico y no referida a cada caso concreto (“¿Está usted de acuerdo en que a los médicos, en general, se les entiende mal?”) un 41% muestra su conformidad con esta idea. La empatía, como forma de relación y comunicación, es la cualidad menos valorada por los entrevistados.
En España, la mitad de nuestras 39 facultades incluyen asignaturas obligatorias relacionadas con la comunicación médico‐paciente. Un esfuerzo que se refleja en una mayor satisfacción de los enfermos con las explicaciones de los médicos, a quienes aprueban en paciencia, confianza y cordialidad. ¿Es posible entonces que nos enfrentemos a falsos mitos o ideas preconcebidas en esta interrelación?. Es posible.
Los resultados del estudio deben servirnos para buscar alternativas que mejoren la comunicación médico-paciente y acabar de una vez por todas con esos falsos mitos e ideas preconcebidas como formas de incomunicación social.
Por Santiago Castaño, consultor sénior de Estudio de Comunicación España.
@santi_castano
