Las ciudades son una marca en sí misma, aunque no todas han sido conscientes de ello. Muchos gobiernos han aprovechado, durante años, la lucrativa etiqueta que películas, novelas o series hacían colgar de las urbes. Nueva York, la gran manzana en la que lo moderno y lo decadente hacen un juego que sorprende a quien la visita; Roma, la ciudad del amor, de las ruinas y de la cultura occidental. Por eso, en el día de la capital de España, surge la pregunta… ¿Y Madrid?
¿Cómo se vende una ciudad? Madrid, para quienes la habitan, puede ser más difícil de encasillar que para los millones de turistas que acoge cada año: cosmopolita, abierta, cultural…
Sin embargo, en los últimos años, el Ayuntamiento ha entendido la necesidad de dotar a un ente intangible de una personalidad concreta que fuera más allá de una capital turística. Por eso nos encontramos ahora con un patrón de colores, de dibujos y de tipografías que configuran la marca Madrid de una forma definida, que comunica a través de símbolos y tonos un mensaje constante de Madrid como urbe moderna, sostenible y con el foco puesto en sus vecinos.
El Consistorio cuenta con un director creativo, Nacho Padilla, que ha centrado los esfuerzos publicitarios de las fiestas de San Isidro en crear una tipografía especial para la ciudad. Las letras que se pueden observar en los carteles que anuncian las fiestas patronales se recogen bajo la versión “Chulapa”, una tipografía especial inspirada en los carteles de las calles más castizas de Madrid.
“Chulapa” estará disponible, tras las fiestas del 15 de mayo, para su libre uso en la página web del Ayuntamiento de la capital. Sin entrar en si a algunos les puede agradar más o menos, parece evidente que construir, poco a poco, una personalidad en torno a una ciudad genera una simpatía muy positiva tanto dentro como fuera de sus calles.
Por Yaiza Ibarra, consultora en Estudio de Comunicación España
@Yibarra7
