En el panel “Inspirar el Cambio desde la Comunicación Interna” desarrollado durante el 5º Congreso Iberoamericano de Comunicación Interna, Manuel Alonso, socio y director general de AB Estudio de Comunicación se refirió a la CI como “un agente de cambio porque está presente en todos los procesos de la organización. Es un eje transversal clave en los cambios y transformaciones de las empresas y sus colaboradores”. Dijo que esa transformación, en nuestro contexto actual, se ha manifestado a través del teletrabajo en el que la Comunicación Interna ha acompañado e inspirado cambios exitosos y relevantes que han impactado positivamente en la cultura organizacional, el clima laboral y la imagen interna.
Más adelante señaló que “el rol del líder, desde el gerente general y mandos medios se ha resignificado teniendo un papel significativo en la comunicación con los colaboradores que además se han adaptado y contribuido al desarrollo organizacional”.
Ante el cuestionamiento de cómo ha ayudado la comunicación interna durante la pandemia, Manuel Alonso dijo: “Sabemos que tanto las empresas como su personal vivimos momentos inéditos y caóticos a la vez. Este ambiente de desconcierto, sorprendió por igual a las organizaciones que procedieron con timidez para comunicar ante el riesgo de caer en el oportunismo en su afán de ser oportunos”.
Por otro lado, los empleados a distancia, se ven en la necesidad de contar con un ancla de la cual asirse, y corresponde a la empresa posicionarse como tal: una fuente confiable y solidaria, vital para mantener al personal informado, conectado y tranquilo. El ingrediente primordial de una campaña de comunicación interna hoy es la empatía.
Ante estas circunstancias, los comunicadores internos deben enfocarse en comunicaciones claras, abiertas y oportunas, no se puede concebir un cambio sin la participación activa de los empleados, por ello, la necesidad de establecer un circuito de retroalimentación funcional entre los empleados y los mandos de la organización, que además de bajar los niveles de estrés y escepticismo, permita que los empleados se sientan involucrados y considerados como un factor para el cambio.
Mucho es desconocido e incierto, lo que abona a un ambiente de incertidumbre. Pero la incertidumbre en sí misma no hace que los empleados se desconecten, si saben que cuentan con los comunicadores como defensores de la transparencia. Por ello, se equivocan aquellas organizaciones que optan por ocultar o sesgar la información. Hoy, en la era de la comunicación abierta, la transparencia y las redes sociales, es muy riesgoso tomar ese camino, pues tales límites son muy porosos ya que la información termina fluyendo.
Las comunicaciones internas solían verse como una tarea que respalda a otras funciones en la empresa. Sin embargo, hoy en día, los directores ejecutivos se han dado cuenta de que es un ingrediente estratégico del negocio. En las aulas la situación es parecida, por lo que es primordial que esta coyuntura se refleje también en las escuelas de comunicación.
En resumen, finalizó, “los líderes continuarán comunicando sobre la organización y sus desafíos, pero si se pretende de verdad inspirar el cambio, deberán de poner mayor atención en una narrativa enriquecida, que les exige ser transparentes, más humanos, proactivos y hacer partícipes a sus equipos. Y eso, requiere de comunicaciones internas brillantes”.
