Desde hace unos días la ciudad de Río de Janeiro acoge la XXXI edición de los Juegos Olímpicos, en los que participan alrededor de 11.000 atletas. Esta edición de los Juegos reúne las innovaciones tecnológicas más espectaculares del momento, haciendo que la tecnología vista en Londres hace cuatro años haya quedado obsoleta.
Del 27 de julio hasta el 24 de agosto está en vigor la polémica Regla 40 que prohíbe a algunos atletas publicar o compartir contenidos con sus patrocinadores durante la competición si no son socios del COI.
El trabajo de los servicios de limpieza desde el sábado por la noche no ha conseguido eliminar todas las “hojas muertas” del “árbol” de la ilusión y la esperanza; ése que pasó de la primavera al otoño en unos minutos, a golpe de voto electrónico.
Buenos Aires, seis de septiembre, 17:00 horas, reunión 125 del Comité Olímpico Internacional. Un día para que el mundo sepa la decisión de dónde se celebraran los Juegos Olímpicos de 2020. ¿Madrid, Tokio o Estambul?
Lo que para la inmensa mayoría es la resaca de los juegos olímpicos, para un selecto grupo de deportistas constituye el pistoletazo de salida de su verdadera carrera personal en la que quien gana se lleva la plata, o sea la pasta, el vil parné.
Escribíamos el pasado día 16 de julio un post sobre el acierto de elegir a Rafael Nadal como abanderado español en los próximos Juegos Olímpicos y su contribución como símbolo positivo a la marca España.
La bandera es uno de los símbolos de un país. Y, le pese al nacionalista que le pese, la bandera española es un símbolo de nuestro país en el mundo. Conocido y prestigiado últimamente gracias a nuestros deportistas.
