Estos días se están celebrando las pruebas de acceso a la universidad en toda España. 300.000 estudiantes se enfrentan a este examen que determinará en gran medida su futuro laboral. Algunos de estos estudiantes se plantearán o ya estarán pensando en acceder a la facultad de comunicación para estudiar alguna de las carreras de la […]
Alberto Mariñas, socio en Estudio de Comunicación, impartió una masterclass sobre Auditorias de Comunicación interna y Comunicación Digital a los alumnos del máster de Comunicación de la Universidad Complutense de Madrid. El grupo de alumnos recibió la clase en las oficinas de la firma donde pudieron comprobar más de cerca cómo es el trabajo de […]
Un grupo de alumnos del grado de Protocolo de la Univeridad Camilo José Cela se trasladaron a las oficinas de Estudio de Comunicación en Madrid, donde recibieron una clase de Comunicación Corporativa de la mano de Jesús Ortiz, director del área de formación de la firma.
Mi cuñado Pedro, cuando alguien se queja del diagnóstico o de los conocimientos de un médico, siempre responde con una frase que me parece muy acertada: “No sé de qué te sorprendes si estudió en la misma universidad que nosotros: la española”. Es casi una sentencia que describe con ironía el nivel de la educación en nuestro país que, salvo dignísimas excepciones, lejos de mejorar, cada año desciende puestos en el ranking educativo mundial. Los políticos comparten el diagnóstico de que algo no funciona en el sistema educativo español y buscan un pacto que, probablemente, una vez más, no encuentren.
En Comunicación, el panorama -a mi juicio- es aun más sombrío. Ha habido Medios que presumían de no contratar a periodistas que salieran de la Universidad, por su bajo nivel y preparación. Y es cierto que la educación española en el sector de la Comunicación ha estado si cabe aún más alejada del mundo profesional que otras disciplinas, como la Medicina o el Derecho. A mi juicio hay pocos periodistas y comunicadores en ejercicio que den clases en las universidades y el mundo docente se encuentra demasiado lejano de la realidad práctica. El nuevo Plan Bolonia puede vencer algunos de los defectos del sistema, ¡ojalá lo consiga!
