Estrenamos nuevo año y todos los augurios que he leído para los próximos meses son desmoralizadores. Subidas de precios, subidas de impuestos, subida de la edad de jubilación, subida del desempleo… subida, subida y, para postre, subida. Ante este lóbrego panorama no me queda más remedio que intentar buscar algo positivo. Creo que todas estas “posibles” malas noticias y muchas más de las que no os hablo para que no estallemos todos en un llanto desconsolado, van a necesitar de mucha Comunicación.
Sin duda, este va a ser un ejercicio en el que asistiremos al aumento en el número de acciones de Comunicación, tanto por parte de las empresas, que se van a ver necesitadas de apoyo para buscar financiación o intentar vender sus productos en un mercado cada vez más difícil y competitivo, como por parte de las instituciones que tendrán que interesar en sus actividades a una sociedad cada vez más desmotivada y, por supuesto, por parte de la política, en un año electoral y en el que asistiremos, previsiblemente, a la entrada de muchos nuevos equipos de gobierno.
Debemos prepararnos. Creo que todos los que hemos hecho de la Comunicación nuestra forma de vida tenemos que poder dar las respuestas más adecuadas a las necesidades que nos van a plantear nuestros clientes. La Comunicación es un compendio de muchas cosas y entre ellas, una de las más importantes, es la anticipación. Analicemos los problemas a los que nos vamos a enfrentar, propongamos soluciones imaginativas y eficaces y convenzamos a nuestros clientes de que debemos actuar antes de que el problema sea irresoluble.
Pero no nos equivoquemos. No va a ser un año de grandes campañas y de grandes acciones, con presupuestos inagotables propios de una época ya casi olvidada. Al contrario, será un año en el que deberemos estrujarnos las meninges, aún más si cabe, para encontrar las mejores soluciones con presupuestos casi inexistentes. Es lo que toca. En las grandes dificultades es donde brilla con luz propia el talento y ese es el principal activo de los profesionales de la Comunicación y la materia principal para que, un año tan duro como se presume que será este 2011 se convierta en un año de oportunidades para los que le sepan sacar partido.
Pongámonos manos a la obra.
