Imagen, 17/01/2011.- Artículo de Eduardo Reina, Vicepresidente de Estudio de Comunicación en Argentina. Puede ver la reseña aquí o acceder a la web de Imagen.
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Como todos los lunes, vine al centro manejando y escuchando la radio AM. Considero que es el medio que mejor informa y desinforma. Por eso, lo percibo con atención: escucho directamente a los protagonistas que evalúan los temas que desarrollan y que me pueden informar, y minimizo los comentarios y las síntesis de los líderes de opinión, que suelen limitarse al título que fueron a buscar.
Mientras sonaba radio La Red, estaba al aire el Dr. Juan José Mussi, actual titular de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación. Tras la pregunta del periodista sobre las pasteras entre Uruguay y Argentina, me sorprendió la respuesta del secretario: -“No mire, yo le voy a explicar-. A la siguiente pregunta sobre el Riachuelo, el Dr. Mussi interrumpe:-“No es un tema, es un temón”. El periodista continúa con la entrevista y el vuelve a insistir:-“No mire, desde aquí hay que poner sentido común (…)”.
Ante tantos “NO”, reflexioné sobre la importancia de revisar nuestra comunicación. A veces, nos quejamos de tratos injustos de la prensa y de la opinión pública ante nuestros dichos pero, seguramente, somos responsables de que ello suceda. Para cambiar las apreciaciones negativas, podemos trabajar con conciencia sobre nuestras expresiones. Una buena alternativa, consiste en entrenar y modelar nuestra comunicación.
Según William Ury, especialista en el área de la negociación y la mediación, “el Sí sin el No destruye nuestra satisfacción personal, y el No sin el Sí destruye nuestra relación con los demás. Los necesitamos a ambos, y juntos. Porque Sí es la palabra clave de la comunidad, y No es la palabra clave de la individualidad. Sí es la palabra clave de la conexión y No es la palabra clave de la protección. Sí es la palabra clave de la paz, y No es la palabra clave de la justicia. El arte máximo consiste en aprender a integrarlas, a unirlas en matrimonio”, sostiene el autor norteamericano y remata: “éste es el secreto para defender lo que sentimos y lo que necesitamos, sin destruir acuerdos importantes ni relaciones de valor”.
Si estamos estrenando un cargo, como es el caso del Dr. Mussi, debemos enfocarnos, porque de intendente (de Berazategui, provincia de Buenos Aires) a secretario de estado, hay un salto enorme: los públicos son más diversos y la exposición pública es mayor. Así también, aumenta la diversidad los periodistas que nos entrevistan. Cuando nos iniciamos en un nuevo cargo, debemos mostrar seguridad y solidez, sin cometer errores simples, como confundir el Río Uruguay por el Río Gualeguaychú. Las definiciones deben ser categóricas, precisas y pertinentes para transmitir un mensaje que perdure y trascienda. Porque si no, resultamos ser tan sólo opinólogos de la realidad.
Seguramente, el secretario Mussi habrá tenido muchos media training en su trayectoria como dirigente, no nos olvidemos que fue ministro de Salud de los gobernadores Duhalde y Ruckauf en la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, para el cargo nacional que estrena, en el que son sensibles las frases, términos, vocablos y definiciones, se debe entrenar para comunicar con profesionalismo, y en positivo.
