Sólo hace falta conectar la radio, encender la televisión o leer alguna columna de periódico para ver que el tema de la Comunicación copa, hoy en día, la actualidad informativa. Miremos en la dirección que miremos las críticas a la forma, el modo, o el lugar en el que se comunica es moneda común entre los profesionales. Empresas, Gobiernos, Sindicatos, Patronales. Nadie está a salvo de las críticas, algunas de ellas muy fundamentadas. Y es que para muchos sectores, Periodismo y Comunicación se confunden, lo que es un gran error.
Ser periodista no significa ser experto en Comunicación. La Comunicación excede el periodismo. Son dos ramas de un mismo tronco, pero suficientemente alejadas para que, si nos confundimos en la elección del equipo que las dirige, el resultado sea desastroso.
No sólo por escribir en un periódico, hablar en una radio o tener un programa de televisión se convierte uno en experto en Comunicación. Todos conocemos ejemplos de lo que comúnmente se conoce como “saltar al otro lado” y que han tenido como resultado una rotura de tibia peroné y cadera, tan de moda en la actualidad. Saber de estrategias, de planes, de herramientas, de impactos, de oportunidades, de mensajes, de imagen, de Comunicación en una palabra, es complicado y lleva mucho tiempo y esfuerzo.
Igual que si nos tuvieran que operar del corazón no nos pondríamos en mano de un neurólogo, cuando nuestro problema es la Comunicación debemos buscar a los mejores expertos. Profesionales que conozcan la materia en toda su profundidad y nos ayuden a conseguir nuestros objetivos. Porque comunicar mal es tener la mitad de la batalla perdida y hoy por hoy me da en la nariz que se está comunicando mal.
Por Alejandro de Antonio, consultor senior.
