Silvia Rodríguez explica en su artículo para la revista de la Asociación de Comunicación Política (ACOP) como la residencia digital es un ambicioso plan con el que las fronteras físicas desaparecen y gracias al que ha conseguido poner el foco de la comunidad internacional en Estonia, donde a través de un programa pionero, cualquier ciudadano del mundo puede convertirse en ciudadano digital del país en las, aproximadamente, dos semanas que suele durar el proceso de solicitud.