Un pintxo de cine
En el PP vasco han metido estos dos ingredientes [gastronomía y cine] en una coctelera y el resultado ha sido la “Gildatruck”. ¿Quién dijo que el marketing político es solo cosa de los nuevos?
En el PP vasco han metido estos dos ingredientes [gastronomía y cine] en una coctelera y el resultado ha sido la “Gildatruck”. ¿Quién dijo que el marketing político es solo cosa de los nuevos?
En su columna habitual en Mundo Ejecutivo, Carlos Bonilla, vicepresidente ejecutivo de AB Estudio de Comunicación, publica “El regreso del ranchero enamorado”: un artículo en el que se refiere al ex presidente mexicano Vicente Fox.
Hace ya tiempo que Twitter se convirtió en herramienta imprescindible de la comunicación política. Las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2008, que otorgaron a Barak Obama la Casa Blanca, figuran ya en los manuales de comunicación como el despegue y entronización del microblogging en la contienda política.
La campaña para las elecciones generales del próximo 20 de diciembre en España está suponiendo, a juicio de todos los expertos, un cambio en el modo de dirigirse y comunicarse con el electorado.
El pasado martes 21 de octubre se celebró el último pleno del Congreso de los Diputados español de esta legislatura.
El pasado domingo, un 25,2% de las personas que veían la televisión en España, más de cinco millones de espectadores, eligieron el debate entre Pablo Iglesias, líder de Podemos, y Albert Rivera, líder de Ciudadanos.
Y puestos a modernizar, los legisladores han decidido legislar sobre algo tan actual como la pena del telediario o lo que podríamos llamar pena de titular.
¿Es la tecnología un motor del cambio o solo un posibilitador de este?
Que Obama ha puesto la comunicación al servicio de su política es la reflexión a la que llego cuando leo lo que publican los medios sobre su anuncio del primer plan del gigante americano para reducir las emisiones de gases.