Una breve incrusión en la historia de la empresa contemporánea pone sobre el tapete que la Comunicación Interna ha pasado, en los últimos 60 años, por dos etapas: oscurantismo y propagandismo. La primera se caracterizaba por que la información, al ser considerada poder, debía restringirse a los altos directivos y sólo había que comunicar órdenes. La segunda etapa era la de la confianza ciega en la empresa y la de una comunicación paternalista y propagandística. El único nexo de estos dos estilos, que se sucedieron en el tiempo, era el sentido de la comunicación: vertical y exclusivamente descendente. Para leer la noticia completa, pinche aquí.