Nunca es fácil decir adiós para siempre y más, si se ha querido mucho a la persona. Pero, si mantenernos en la relación no nos hace ningún bien, no queda más remedio que hacerlo. Y con decisión. Cómo pronunciar sin rodeos: “Adiós, ¡me voy!”, es todo un arte que siempre deberíamos tratar de cuidar. Para no herir pero, fundamentalmente, para protegernos.
Desde el pasado 1 de octubre, aproximadamente – la cifra cambia por días- 1.500 empresas han abandonado su sede social. Han dicho “¡Adiós!” a Cataluña en un fenómeno desgarrador, sin precedentes en la historia de nuestro país.